Este año los Reyes Magos han decidido traerme como regalo “la fecha” en la que se celebrará el juicio por la custodia de mi hijo.
Me temo que va a ser como abrir La Caja de Pandora.
El Contrario por su parte, ha intentado hacer pasar al niño por una evaluación psicosocial. Bueno al niño, a mi, a él mismo y hasta a sus propios padres.
El Contrario por su parte, ha intentado hacer pasar al niño por una evaluación psicosocial. Bueno al niño, a mi, a él mismo y hasta a sus propios padres.
Se ha olvidado de incluir -en tan completa solicitud- la evaluación de La del Quinto o, lo que es lo mismo, de
su futura esposa. Después de todo, el niño también pasaría tiempo cerca de ella
en caso de que le diesen a él –tal como pide- la custodia.
Curra es la perrita que mi hijo y yo tenemos desde hace tan solo
unos días.
Lo sé, lo sé…por si no tenía
bastante, una boca más.
La excusa para ir a la protectora
a por la cachorrita, es que el niño quería un perrito por encima de todo.
Pero la realidad es que necesito distraer la mente, y desde luego que Curra ha conseguido que lo haga.
Ahora me distraigo, por ejemplo,
untando de Tabasco todos los muebles
y las esquinas de las paredes para que el animalito no se coma la casa. Habrá
que dejar algo para cuando nos la embarguen.
Además, se ha comido el tubo de
desagüe de la lavadora, eso también me ha evadido de otras preocupaciones…no es
nada fácil encontrar a un técnico, económico y de manera urgente.
En fin, muy entretenido todo,
pero voy a centrarme porque me cuesta poco irme por las ramas.
El caso es que por lo menos ya sé
que el juzgado ha rechazado realizar el citado examen psicosocial. Les habrá
dado pereza al ver la lista de especímenes a evaluar.
Lo que no sé si irá en mí
contra, es la alegación de El Contrario acerca de sus futuras nupcias con La del Quinto.
De todos es sabido lo inapropiado de que una madre soltera -que no entera- cuide de su retoño,
aunque lo haya venido haciendo perfectamente durante los nueve años anteriores.
En mi demanda, básicamente
solicito la custodia del niño, su correspondiente pensión de alimentos y el uso de la vivienda.
Este último punto, más que nada,
porque El Contrario vivirá en su
nuevo destino y cuando venga de vacaciones lo hará cinco pisos más arriba, en
la casa de La del Quinto.
Vuelvo a caer en el error, en mi error de pensar que me falta una sentencia de divorcio, y eso que estaba contestado. Ya he comprendido y sigo la historia, no se por qué daba por hecho que para ser Contrarios hay que estar "matrimoniados", será una asociación de ideas. La expresión "La Contraria" la escucho de matrimoniados muy tradicionales.
ResponderEliminarAhora comprendo y aprecio mejor el relato.
Buen capítulo, presagio de tiempos revueltos.
La verdad es que queda tela por cortar, si será de seda o esparto...
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