Traductor -Translate

sábado, 16 de noviembre de 2013

PRÓLOGO


No se cómo puedes” o “yo no sería capaz” son algunas de las expresiones que más escucho cuando hablo de mi vida con la familia o los amigos. Supongo que yo diría lo mismo si fuera ellos, pero soy yo.

Debe ser la practicidad lo que me hace mantener la cordura. Eso y hartarme de llorar, de vez en cuando, viendo una comedia ñoña en la televisión. Con las canciones no funciona, duran muy poco y sólo consigo un nudo en la garganta.

A veces pienso que he llegado al límite, que ya no podré con otra contrariedad más, pero entonces ocurre, y es cuando se me viene a la mente una frase que leí en El Pronto, cuando era una cría, al final de uno de esos relatos estremecedores de una lectora. Dios aprieta pero no ahoga. La frase la entendí de mayor, el puñetero disfruta viéndonos sufrir, pero si nos ahogara se acabaría la diversión. Ni siquiera creo en Dios, pero si creyera en él ese sería un buen dogma de fe.

A estas alturas alguien se estará preguntando a qué viene tanto dramatismo, la verdad es que no sabría por dónde empezar. Creo que lo mejor sería empezar por el final.


10 comentarios:

  1. No os mordais las uñas, iré escribiendo un poquito cada martes, en "prime time"...jajaja...de momento, gracias por leerme.

    ResponderEliminar
  2. Esperando el proximo martes con impaciencia!!!!




    ResponderEliminar
  3. Es muy difícil saber crear intriga incluso en quienes saben o imaginan el final de la novela, y tú lo consigues...Tienes talento, chiquilla.

    ResponderEliminar
  4. Buenos días, soy un nuevo seguidor de tu bloc, deberías de escribir mas días por que seguro que tu historia es digna de seguir, y estamos impacientes por leerla.

    ResponderEliminar
  5. hola susana esperamos impacientes la siguiente parte, animo

    ResponderEliminar